Ensalada de frutas

Ensalada de frutas

Por Jorge Lucio Comesaña Vila

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Sinopsis

Si usted estápensando en leer este libro, no espere encontrar un maravilloso uso de la prosa, inteligentes formaciones de estructura literaria, o lirismo en las palabras. Si las encontrara sería el resultado de una simple coincidencia, dado que el autor (un título que me queda muy grande) nada de esto aprendió, y si las tiene, cósmicamente las adquirió. Prepárese para enfrentarse con un desarreglo de ideas y palabras, y que durante algunas de las historias una súbita explosión lo llevaráa otra historia que se escondía dentro de la primera, que puse allítal como la recibí. Tenga paciencia, lector, ya que el “autor”, dotado de una educación de segunda mano en la escuela nocturna para adultos, hizo lo mejor que pudo.Desde mi humilde punto de vista, a veces en un esfuerzo por tratar de decir más con palabras “rebuscadas” uno termina diciendo menos.Mi deseo más sincero y mi mayor propósito es poder contar mi historia. Sin menospreciar a escritores, que tienen la capacidad de crear mundos de la nada o expresar sentimientos tan reales como los míos propios, escritores que tienen habilidades que yo sin ninguna vergüenza envidio, la ironía es que ellos pueden escribir historias que no tienen y yo tengo historias reales que no puedo escribir.Cada una de estas historias son verídicas, ninguna de las historias, ni las buenas ni las malas, son producto de mi imaginación…, quizás algunas estén embellecidas para el placer del lector.Los protagonistas en las historias son tan reales que parecen ficticios.Jorgito, a pesar de todo y de todos estos años, sigue viviendo dentro del autor, ni su curiosidad o sentido de aventura han disminuido, solo los juegos cambiaron. Todas son las historias colectadas a través de la mirada de los ojos de un pibe, que sin pesarlas ni juzgarlas, las guardaría en su memoria para siempre.Otras gracias a la mala costumbre de, como diría mi vieja, “siempre estás escuchando lo que hablan los mayores…”, y cómo deseo haber prestado más atención. Esta es la historia de ese pibe con el que seguramente su mamá, lector, no quería que se juntara, creciendo en los sesenta y llevándolo a caminar por su querido pueblo de Adroguéde laépoca. Quisiera poder compartir estas historias con la misma intensidad con que yo las recibí. 

Jorge Lucio Comesaña Vila